Superó a Venezuela, 95 a 88 (77) luego de dominar con amplitud durante 30 minutos. Pero estuvo a punto de perder en el último cuarto y lo ganó en el alargue.
El seleccionado argentino de básquetbol masculino sufrió más de lo esperado para derrotar en el debut a Venezuela, por 95 a 88, en tiempo suplementario, tras igualar en 77 el tiempo regular. El partido, correspondiente al grupo A, se disputó en el Polideportivo 1 del predio del Estadio Nacional.
Argentina dominó desde el principio, controló el rebote, los ritmos y el resultado. Ingresó al cuarto final con una ventaja rotunda de 63-47. Pero obligado por las circunstancias, los venezolanos apostaron a un básquet de riesgo, presionaron, generaron errores y acertaron una enormidad con su tiro exterior. Incluso pudieron haberlo ganado en el tiempo reglamentario, ya que ingresaron al frente a los 10 segundos finales, luego de sendos libres anotados por José Ascanio. Argentina alcanzó el empate con otros dos libres de Santiago Scala (de buen partido), y aunque Windi Graterol tuvo un tiro incómodo, hubo que recurrir al alargue.
Allí sí, nuevamente Argentina retomó el liderazgo. Recuperó el funcionamiento del principio, con protagonismo de los más experimentados, y alcanzó una victoria que no debió haberse complicado tanto.
El base Santiago Scala aportó 23 puntos (4 de 7 en dobles, 3 de 6 en triples y 6 de 6 en libres), 2 rebotes y 6 asistencias, en apenas 16 minutos en cancha. Además, Javier Saiz aportó 13 puntos y 10 rebotes, y Bautista Lugarini registró 11 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias.
En el conjunto venezolano, que ganó el cuarto segmento 30-14, sobresalieron Garly Sojo (22 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias), Edwind Mijares (18 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias). Los caribeños concluyeron con 11/31 en triples, 5 de 8 en ese cuarto parcial que casi cambia el destino del encuentro.
El análisis de los protagonistas
“Era un partido muy importante para nosotros. Fue un debut con mucho nerviosismo, mucha ansiedad. En algún momento nos preocupamos, porque luego de haber tenido una diferencia tan cómoda, no pudimos mantenerla y estuvimos abajo en el resultado, a punto de perder. Es algo que no nos puede volver a pasar y si nos tocaba perder, lo íbamos a lamentar por el resto del torneo. Lo bueno fue que pudimos retomar nuestro juego. La defensa de ellos cambió, se hizo más agresiva, nos presionar un poco más y nos hicieron sentir incómodos. Pero lo pudimos sacar adelante, con personalidad, capitalizando las virtudes de cada uno. Está bueno compartir y disfrutar, dentro de lo que podemos, porque los Juegos Panamericanos son algo atípico, que sucede nada más que cada cuatro años, y si no lo disfrutás, después lo vas a lamentar. Sin dejar de lado que queremos ganar y vinimos a buscar este torneo”, analizó el santafesino Tayavek Gallizzi, uno de los experimentados del equipo “albiceleste”.
En esa misma dirección apuntó el análisis del entrenador marplatense Leandro Ramella. “Tuvimos el control del juego durante más de 30 minutos. Impusimos nuestro ritmo y nuestra defensa. En el último cuarto nos hicieron jugar de una forma que nos incomodó, con una defensa muy dura, raspándonos. Ahí se notó que somos un equipo nuevo. Por ahí los equipos con mayor rodaje saben cómo salir de ese tipo de situaciones. En cambio, a nosotros nos costó frenar el buen momento de ellos y el mal momento nuestro. En el suplementario nos acomodamos otra vez y retomamos el control del juego. Estar en los Juegos es muy emocionante en la previa, pero cuando empieza el partido, es como dirigir cualquier otro partido. Estoy muy cómodo con el cuerpo técnico y eso me da una gran tranquilidad”, confesó el entrenador campeón de la Liga Nacional con Quimsa de Santiago del Estero.
En el otro partido del grupo A, República Dominicana, dirigido por Néstor “Che” García, arrasó con Panamá, al imponerse por 81 a 53.